Las verdaderas víctimas del coronavirus no tienen voz. Ni voto
Las verdaderas víctimas del coronavirus no tienen voz. Ni voto.
Muchos de nuestros mayores se han quedado aislados, inmóviles, sin poderse defender de nada ni de nadie. Basta ya.
Las verdaderas víctimas del coronavirus no tienen voz. Ni voto.
Muchos de nuestros mayores se han quedado aislados, inmóviles, sin poderse defender de nada ni de nadie. Basta ya.
Elijo una foto de un rincón de Galway para comenzar un 2019 cargado de acción, de proyectos y de vitalidad.
Vamos a decir ADIÓS a Mr. NO. Fuera, negatividad. #lenguajepositivo #Comunicación
Si alguna vez te acuerdas de mí, llámame. Como si nada, solo marca mi numero en tu teléfono y pregunta algo así como: «¿Qué tal todo?». Seguro que yo te respondo: «Aquí andamos… Esperaba escuchar tu voz». Probablemente también podía haberte llamado yo…
El verano me recuerda a ese tarro de miel que, acabado el mes de agosto, se va derramando entre los dedos, sin querer, con una cadencia lenta y, para qué negarlo, algo penosa. Al caer, nos deja las manos impregnadas de su dulzor pegajoso y penetrante.
La miel recuerda a la infancia, a la alegría, a la familia, al amor, al pan de pueblo y a las flores.
Dice un proverbio chino que «un simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo». Ese principio de la conocida «teoría del caos» es también reflejo de la inmensa sensibilidad del mundo en que vivimos. Que yo escriba esto aquí, ahora, sobre este tema, quizá no sea algo importante. O puede que tú lo leas y tenga consecuencias en lo que hagas después. El pensamiento humano es simple y llanamente impredecible, como cuando tiras canicas al suelo y no sabes para dónde van a escapar.
Pues bien, realmente este post es mucho más sencillo que todas las teorías matemáticas y metafísicas que existan. Para mí, el aleteo de una mariposa significa la sensibilidad extrema que tenemos a nuestro alrededor. Yo la comparo con estos cinco casos…
Ávila pone buena cara a las puestas de sol. Cada una de ellas es única y espectacular si el escenario es su monumental muralla.
Hace muy pocos días estuve en #Santiago de Compostela. Aunque fue por motivos de trabajo, llevé mi vara invisible, mis botas de #peregrina invisibles, mi chubasquero, invisible también, y un […]
La diferencia entre cortarte y cortante es sólo una letra. Y, sin embargo, entre una erre y una te, cambia el matiz. Pero no sólo en las palabras encontramos esas sutilezas que a veces nos superan, como si nos midiéramos con Fernando Alonso en el GP de Mónaco. Y aquí el matiz sería, simplemente, ir delante o detrás del renombrado piloto. Matices y sutilezas, he ahí la cuestión…
Por San Blas… cigüeña verás. Eso dice el refrán. Pero, ¿qué nos dice un paisaje de invierno rozando la primavera?